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La música de los anuncios

La música de los anuncios puede hacer que un spot triunfe o se hunda en la miseria más absoluta. Parece una tontería, pero la elección de la música es igual de importante que el texto o la imagen de lo que se quiere transmitir.

Los sonidos producen emociones que asociaremos al mensaje, de ahí que sea primordial hacer la elección perfecta de la canción que acompañe al anuncio en cuestión.

Eligiendo la música de los anuncios

¿Cuál es la música más adecuada? ¿Música clásica? ¿Rock? ¿Jazz quizás? La música de los contenidos publicitarios dependerá del tipo de producto o servicio que se quiera vender, de la edad del destinatario, de las costumbres, estilos…

Son varios los factores que deberán tenerse en cuenta a la hora de elegir una canción o una melodía como acompañamiento o incluso como elemento central de la campaña de marketing.

El estilo musical afecta al destinatario del anuncio, lógicamente.

Los anuncios con música más acelerada van dirigidos a un público más nervioso e impaciente, más alegre, amante del deporte y el movimiento. Más atrevido.

Por el contrario los que se acompañan de música más lenta y de menor tonalidad están dedicados a un receptor mucho más tranquilo, maduro, más cerebral y menos pasional en definitiva, pero probablemente más fiel.

Además está probado que una pieza musical hace que un anuncio con una música pegadiza se queda en la memoria mucho más rápidamente que otro sin música o con tonos menos influenciables.

La música crea un vínculo asociativo «melodía-marca» que consigue anclar el recuerdo del producto en nuestro cerebro. El tema musical se memoriza de forma más rápida que el mensaje, en la mayoría de los casos, y hace que no olvidemos el anuncio… ni la marca.

Y sin más dilación ¡vamos a por algunos ejemplos de anuncios para lo que se ha elegido la música perfecta!

Ejemplos de música de los anuncios únicos

Algunos ejemplos antiguos son los archiconocidos de siempre: la canción de Cola-Cao, la machacona «Las muñecas de Famosa», «Libre» de Nino Bravo para el anuncio de Amena del año 98. O el de la campaña de Pezqueñines. Seguro que todos ellos te suenan, aunque ya tienen sus décadas.

Acercándonos algo más al año 2020 podemos recordad la música -o más bien el baile que la acompañaba- del anuncio de Chicfy y su «Claro que sí, guapi».

O el anuncio de perfume de Chanel y Kristen Stewart con la radiada «Running» de Beyoncé. Las canciones «Pita-del» de Coca-Cola o «Mi padre es un elfo» de El Corte Inglés.

En fin, hay innumerables muestras que confirman que una canción correctamente elegida puede posicionar un anuncio en los primeros puestos de las televisiones, radios y carteles.

Y lo más importante: en un rincón privilegiado de nuestro cerebro.

Elena

Oficialmente Diplomada en Gestión de Empresas y Actividades Turísticas. Y aunque reconoce que adora todo lo relacionado con el mundo de los viajes (sobre todo el irse de vacaciones), debe confesar off-the-record que su verdadera pasión son los idiomas.