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Errores en la gestión de riesgos de un proyecto

Sí, se pueden cometer errores en la gestión de riesgos y te vamos a contar cuáles son los más comunes y sus causas. ¿Estás listo para asumir una gran verdad? Pues empezamos.

A estas alturas ya sabes que la gestión de riesgos en un proyecto es una de las etapas más críticas y a la que más atención deberíamos poner. Una mala gestión de riesgos puede llevar incluso a la cancelación del proyecto, así que imaginad.

Lamentablemente… en la actualidad no se le suele dedicar todo el tiempo que debiera. Y he aquí algunas de las causas más comunes con las que todos -o casi todos- hemos tropezado.

Errores en la gestión de riesgos que podemos cometer

Dedicar poco tiempo a la identificación de los riesgos

Es el fallo más fácil de solucionar pues requiere un poco de planificación extra, pero sobre todo, darse cuenta de que esto ocurre.

Si no invertimos el tiempo suficiente a darle una pensada identificando riesgos, éstos acabarán surgiendo, y las tan temibles «sorpresas» harán acto de presencia justo en el momento que menos esperemos. El impacto de un hecho inesperado -y no controlado- en la gestión del proyecto ya sabéis que afectará a la tripleta: alcance – tiempo – coste.

No revisar los riesgos y actualizaros regularmente

Otro de los errores en la gestión de riesgos más habituales es precisamente éste. Es posible que tú mismo inviertas bastante tiempo tratando de identificar riesgos, pero cuidadín, una vez sacada la «foto» inicicial, luego hay que revisarla periódicamente y ver si de verdad ocurre o pueden suceder otras cosas.

La solución a esto, que además es una buena práctica, es incluir la revisión de riesgos como un punto a analizar en las sucesivas reuniones de seguimiento del proyecto.

Razón por la que es más que recomendable tener una matiz de riesgos actualizada en todo momento, y tratada con «especial cariño».

No comunicar los riesgos adecuadamente a los interesados

Hemos dejado para el final nuestro favorito, porque nos encanta la comunicación. Normalmente puede venir dado por varios factores:

  • No tenemos en cuenta el nivel de tolerancia a los riesgos de los diferentes interesados y de la propia organización.
  • La información de riesgos que damos es poco detallada y superficial.
  • En nuestra empresa / organización no existe una cultura de riesgos o los stakeholders no han sido entrenados en la misma.

Por uno u otro punto, al final llegaremos a la misma conclusión: es posible que los interesados no den la importancia suficiente al proceso, y no se impliquen en el mismo. O lo que es lo mismo, desastre total.

La falta de implicación y dedicación de los interesados en el proceso de gestión de riesgos puede ser un problema muy serior y ten por seguro que afectará al proyecto tarde o temprano.

Fuente | más información: CEO Level

José María

Ingeniero de formación, es un apasionado de pantallas, teclas, códigos, matemáticas y jeroglíficos varios; cuenta con un enfermizo síndrome obsesivo-compulsivo por el detalle y el trabajo bien hecho.