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La polémica de Snickers

Es posible que estos días os hayáis encontrado en las redes con una supuesta polémica de Snickers por varios de los anuncios que están emitiendo.

Hay varios y con distintos personajes bastante conocidos de la prensa rosa, pero el que se lleva la palma es el de Aless Gibaja, un bloguero de casi 40 años al que le va el salseo y hacer que arda el social network.

La polémica de Snickers está servida

La marca de chocolatinas lanzó hace no mucho una campaña con el hashtag #NoEresTúCuandoTienesHambre, obra de la agencia Contrapunto BBDO, para promocionar su helado veraniego Snickers Ice Cream.

Todo estaba orquestado como si de una miniserie se tratara: 10 capítulos en total y en todos ellos contando con la presencia de una celebrity: Carmen Lomana, Diego García Arroba, más conocido como «El cejas», o el blogger e influencer Aless Gibaja, entre otros.

Este es el spot correspondiente al señor Gibaja, y es el que ha desatado toda la polémica de Snickers:

La polémica de Snickers giraba precisamente a este corto, tildándolo de homófobo y «plumófobo». Ministros como Irene Montero incluso llegaron a pedir el boicot nacional a la marca. Una auténtica locura.

Snickers por su parte, y tras el aluvión de críticas que nadie esperaba, tuvo que pegar carpetazo al asunto y retirar la campaña en su totalidad. En un país de ofendiditos, o más bien ignorantes, estas son las cosas que pasan.

La campaña lleva años funcionando de maravilla en otros países. Mr. Bean, Willem Dafoe, Aretha Franklin o la grandísima Betty White se han puesto en el papel central de esta campaña y Snickers siempre ha recibido diversos premios publicitarios por ella.

¿Será que Spain is different? O es que … ¿la forma de comunicar el mensaje no ha sido la más acertada? Probablemente, haya sido lo segundo y el público es soberano. No está la cosa para tonterías, y menos para la polémica de Snickers.

Fuente | más información: sitio oficial

José María

Ingeniero de formación, es un apasionado de pantallas, teclas, códigos, matemáticas y jeroglíficos varios; cuenta con un enfermizo síndrome obsesivo-compulsivo por el detalle y el trabajo bien hecho.